lunes, 25 de enero de 2010

Reseña sobre Color Fillds / Galeria Faria Fabregas

Del inventario publicitario al abstracto. El Nacional. Caracas, Venezuela
por MARJORIE DELGADO AGUIRRE

Si estuviera frente a un Rothko o un Barnett Newman, por ejemplo, el espectador muy probablemente se sentaría frente a la obra, se concentraría en la experiencia casi mística del campo de color, único elemento que ocupa la tela, y se abstraería de la realidad.

Con las obras de Emilio Chapela, que toma referencias de estas tendencias norteamericanas en la pintura abstracta, el espectador se concentra en el color, afila su memoria y, en lugar de disociarse de la realidad, se encuentra con el mundo real.

El joven artista mexicano expone, desde hoy a las 7:30 pm, en la galería Faría +Fábregas, una serie de pinturas en las que reconfigura pictóricamente los logos de marcas asociadas al inventario publicitario de la contemporaneidad.

A lo mundano. A Emilio Chapela le interesa el vínculo de lo concreto a lo abstracto. "Trato de reflexionar sobre la historia de la pintura abstracta, pero a diferencia de otros, que estaban más preocupados por cosas como el estudio del color, a mí me interesa reflejar algo que ya está predeterminado. Para ello, me sirvo de metodologías que me permitan liberarme del control creativo. El logo de Movistar, por ejemplo, lo deciden unos ejecutivos y esas decisiones las transporto a la pintura.

Extraigo el porcentaje de cada color y reconfiguro la imagen en términos de proporción", dice señalando la obra que está justo sobre su cabeza y aclara que la abstracción es resultado más bien del azar.

La serie que expone parte de su reflexión sobre cómo los individuos asimilan el paisaje visual en los entornos urbanos.

"Me interesa cómo nos acostumbramos a formar parte de un paisaje publicitario que termina constituyendo nuestro inconsciente visual y cómo a su vez este inconsciente visual se convierte en protagonista de lo que somos, haciendo, entonces, que lo antinatural sea no ver estas marcas, no reconocerlas", señala el artista nacido en 1978 en México DF.

En una ocasión, Chapela expuso una instalación titulada Spectacular... But Empty, que aludía a estrategias en el campo del arte que apelan al efectismo, a la espectacularidad que se llena, aunque parezca una aberración lingüística, de vacío. El mexicano considera que al tomar elementos de la publicidad puede jugar con su propia crítica, pero aclara: "Hago esfuerzos muy grandes para no quedarme ahí, para que las ideas tengan más capas que leer, para que sea algo más que una ocurrencia".

Generación zafada. Después de la imposición del muralismo casi como la única referencia en el arte mexicano, algunos artistas en la década de los noventa lograron virar la atención hacia otras formas de expresión artística. Una referencia de ello es Gabriel Orozco, a quien el MOMA de Nueva York le dedica una individual.

A la generación actual le ha correspondido seguir navegando hacia otras orillas: las del arte contemporáneo. "En esta generación evidentemente hay arte que reacciona al muralismo. Orozco es sin duda una inspiración, es un ejemplo (...) Muchos otros artistas de mi edad y yo tenemos preocupaciones más universales, que pertenecen más a una identidad global".

Es posible ver otros trabajos de Chapela, como According to Google en el que hace una reflexión sobre las identidades estereotipadas que se pueden construir a partir de la información en Internet , en su página web www.emiliochapela.com.

Fuente: El Nacional. Caracas, Venezuela.

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